GENS VALERIA Crawford 306-1
Ley ./ L. VALERI. FLACCI
GENS VALERIA
La gens Valeria fue una de las más antiguas e ilustres familias romanas. Originalmente gens patricia que a lo largo del tiempo dio varias ramas plebeyas. Eran originarios de la región de los sabinos, quizás de Falerii. El nomen Valerio procede del praenomen latino Volusus o Volesus, que a su vez deriva de valere, que significa fuerza, coraje y también salud, curación.
El antepasado de la gens, Volusus o Volesus llegó a Roma con Tito Tacio, rey de los sabinos, que había establecido una alianza con Rómulo. Uno de sus descendientes, Publio Valerio Publicola, tomó parte activa en el derrocamiento de la realeza y fue cónsul junto a Bruto en el primer año de la república (509 a.C). Derrotó a los etruscos, cuyo rey Porsenna quería restablecer en el trono a Tarquinio el soberbio y regresó triunfante a Roma. Después, volvió a derrotar a los sabinos y fue honrado con el consulado cuatro veces.
Otro miembro destacado de la gens fue Marco Valerio Corvo, que obtuvo el cognomen Corvo o Corvinus debido a que durante la guerra contra los galos en 349 a. C derrotó a un galo gigante en combate singular con la ayuda de un cuervo. Fue considerado uno de los mayores héroes de la república y fue dos veces dictador, seis veces cónsul y veintiuna veces edil curul, viviendo hasta la edad de cien años.
La gens Valeria estaba dividida en varias ramas bajo la república, alguno de cuyos cognomina son Acísculo, Barbato, Catulo, Corvo o Corvino, Faltón, Flaco, Levino, Máximo, Mesala, Potito, Publícola, Tapón, Triario y Voluso. Los praenomina más usados por los Valerios fueron Publio, Marco, Manio, Cayo y Lucio [1,2].
Aunque varios miembros de la gens compartieron nombres en aquella época, Crawford y Babelon identifican a nuestro monedero con Lucius Valerius Flaccus, hijo de Lucius Valerius Flaccus, cónsul en 131 a.C y Flamen Martialis.
Lucio Valerio, al igual que su padre, ocupó el cargo sacerdotal de Flamen Martialis. Este honorable cargo le aseguró desde joven una posición elevada en la sociedad y seguridad frente a una lucha política cada vez más encarnizada. Debido al cargo, debía permanecer dentro de los límites de la ciudad de Roma y no podía realizar ninguna actividad militar. Fue debido quizás a su condición de flamen como alcanzó las más altas magistraturas del estado. Fue cónsul en el 100 a.C junto a Cayo Mario y censor en 97 a. C. Tras la muerte de Marco Emilio Escauro en 90 u 89 a. C., se convirtió en Princeps Senatus. Inicialmente partidario de Cayo Mario, su poca implicación en la vida política de esos años garantizó su seguridad ante la guerra civil. Probablemente, Valerio Flaco encabezó un grupo de influyentes centristas senatoriales que abogaban por un compromiso entre los populares y optimates. Tras la victoria de Sila en la guerra civil a finales de 82 a. C., fue elegido interrex y presentó un proyecto de ley para otorgar a este último los poderes de dictador. Sila lo nombró entonces magister equitum. Murió en alguna fecha anterior al 64 a.C.
CRONOLOGÍA
La cronología de esta emisión es problemática debido al hecho de que hay varios miembros de la gens con el mismo nombre en esa época. Crawford y Babelon identifican al monedero con Lucius Valerius Flaccus, cónsul en el 100 a.C. Grueber no se decanta por ninguno de los candidatos e indica que se trata de una emisión de alguna ceca italiana. El hecho de que nuestro monedero ocupara el cargo de Flamen Martialis descarta que sea una emisión italiana y no de la propia ciudad de Roma, puesto que los flamenes maiores no podían abandonar el pomerium.
Si hacemos caso a Crawford y Babelon y tenemos en cuenta la fecha del consulado y los requisitos de la lex Villia annalis, que establecía intervalos de tiempo mínimos entre magistraturas, Lucio Valerio debería haber ocupado el cargo de pretor no más tarde del año 103 a. C. Es improbable que nuestro monedero obtuviera la magistratura de tresviri monetalis en el 104 a.C como indica Babelon y posteriormente la pretura en el 103 a.C atendiendo a los requisitos de la ley mencionada. La fecha propuesta por Crawford del 108-107 a.C parece más adecuada atendiendo a la biografía de Lucius Valerius Flaccus [3].
CONTEXTO
La eliminación de Cayo Sempronio Graco fulminó el último intento de reforma agraria en el estado. Unos años relativamente tranquilos en política exterior y en la economía, tras los años de crisis de los Gracos, produjeron una falsa impresión de calma y armonía en la dirección del estado. Tres leyes promulgadas durante el decenio de los 110 se ocuparían de superar el problema agrario. La primera, fechada entre 121 y 119 a.C, eliminaba la inalienabilidad de las parcelas, abriendo la puerta para su venta. La segunda, de 119 o 118 a.C, conocida como lex Thoria, garantizaba a perpetuidad las tierras del ager publicus ocupadas hasta el momento, acabando con cualquier posible distribución agraria. Finalmente, en el 111 a.C, otra ley convertía en propiedad privada todo el ager publicus distribuido por los triunviros. En su conjunto, significaban una ley de propiedad del suelo italiano que garantizaba la propiedad de la tierra y su posible venta pero que anulaba cualquier posibilidad de nuevos repartos de tierra en Italia para el futuro.
En la escena política la aprobación por Cayo Graco de los iudices Gracchani a través de la lex iudiciaria produjo como consecuencia el enfrentamiento de una parte de la nobilitas, reunida en torno al clan de los Cecilios Metelos con los equites, que controlaban estos tribunales que podían utilizar para sus propios fines. Al abrigo del clan Metelo surgió un homo novus fundamental en la historia de Roma, Cayo Mario. Sus orígenes no están claros, aunque pudo pertenecer al orden ecuestre. Su carrera política se inició en el 119 a.C como tribuno de la plebe y en el 115 a.C fue pretor en la Hispania Ulterior. Su carrera apoyada por el clan Metelo sufrió altibajos como consecuencia de su política contradictoria a favor y en contra de la plebe. No obstante, en algún momento, se reconcilió con el clan Metelo y fue incorporado como legado del ejército africano de Metelo.
En estos años de ascenso de Cayo Mario, se produjeron una serie de derrotas militares como consecuencia de la incompetencia y corrupción de los magistrados romanos, Calpurnio Bestia y Albino en África, M. Caton en Grecia, Junio Silano contra los Cimbrios, etc, que produjeron una ola de indignación popular que fue aprovechada por políticos demagogos para llevar a estos exmagistrados caídos en desgracia a juicio.
Metelo inició una guerra de desgaste ante el hostigamiento que sufrían las tropas romanas por parte de Jugurta. La impaciencia de la plebe, la larga serie de fracasos militares y las promesas de una rápida victoria, propiciaron el encumbramiento de Cayo Mario hacia el consulado en el año 107 a.C y el liderazgo de la guerra africana. Ante las dificultades en la formación del ejército que debía acompañarlo a África en la guerra contra Jugurta, Mario amplió la base para el reclutamiento en las legiones al aceptar como voluntarios no sólo ciudadanos de las cinco clases del orden centuriado, sino también capite censi, es decir, ciudadanos sin los recursos económicos mínimos para ser censados. Sería el fundamento de la nueva milicia, de la que irán desapareciendo los propietarios, sustituidos por proletarios, para quienes no era obstáculo una larga permanencia en el ejército a cambio de un sueldo y beneficios una vez terminado el servicio militar. Era el nacimiento del ejército profesional.
La guerra que Mario había prometido ganar con celeridad se resistió tres largos años, probando que Metelo había actuado con honradez y con la única táctica posible frente a un enemigo astuto y conocedor de las guerrillas. Fue gracias a las negociaciones que llevó a cabo el cuestor de Mario, Sila, como finalmente consiguieron atrapar a Jugurta y terminar la guerra. La victoria le abrió las puertas del triunfo que celebró el 1 de enero de 104 a.C.
La derrota de Arausio en 105 a.C en la que 80000 hombres murieron por la incompetencia de sus comandantes dejó expedito el camino para Cimbrios y Teutones a Italia. A la vuelta de Mario de la guerra en África fue investido cónsul por segunda vez para hacer frente a la amenaza. Durante varios años y siendo ratificado en el cargo de cónsul reiteradamente, entrenó un poderoso ejército que finalmente, en el 102 a.C, derrotó a los teutones en Aqua-sextiae donde fueron muertos o capturados alrededor de 100000 germanos. En 101 a.C con tropas de refresco fue al encuentro del otro cónsul, Lutatio Catulo, para concentrar la totalidad de los efectivos en la ribera septentrional del Po. En los Campi Raudii, cerca de Vercellae, tuvo lugar la batalla decisiva. No menos de 65000 Cimbrios murieron en la batalla, significando el fin del peligro germano. Mario y Catulo celebraron un triunfo conjunto. Mario fue proclamado como tercer fundado de Roma, cónsul por sexta vez junto a nuestro monedero Lucio Valerio Flaco y pater patriae. Fue el cenit de su carrera.
Fue en este contexto de guerras y reformas militares cuando nuestro monedero acuñó su moneda [4].
REPRESENTACIÓN
ANVERSO: Busto alado de la Victoria a der., delante: *
La Victoria es uno de los tipos más comunes, ya sea en anverso o reverso de la numismática romana. La Victoria romana es equivalente griega de la diosa Niké y estaba asociada a la diosa Bellona, diosa de la guerra, ya que en origen la Victoria tuvo un significado exclusivamente militar. Por tanto, el anverso hace referencia a éxitos militares relacionados con antepasados de la gens Valeria, ya que el monedero no tuvo ninguna carrera militar al ocupar el cargo de Flamen Martialis.
Babelon indica que el rostro de la Victoria se relaciona con la biga conducida por la Victoria que se encuentra en los reversos de las monedas de C. Valerius C. f. Flaccus, quizás relacionados con los triunfos de Valerius Publicola [1,2].
REVERSO: : Marte con trofeo y lanza de pie a izq., delante: gorro de flamen (ápex), detrás: espiga.
Ley ./ L. VALERI. FLACCI
El reverso del denario hace alusión a varios acontecimientos relacionados con la gens Valeria.
Babelon hace una descripción vaga del reverso, únicamente indica que la aparición de una espiga de trigo haría alusión a alguna distribución gratuita de trigo al pueblo de Roma, aunque sin asociarlo a un hecho históricamente conocido. Para Babelon, la figura del dios Marte con casco y portando un trofeo se relaciona con algún éxito militar de alguno de sus antepasados. El ápex o gorro de los flamines recuerda las funciones de flamen que ejercía el padre del monedero y él mismo.
Grueber indica que tanto los motivos del anverso como del reverso hace alusión a tres acontecimientos relacionados con miembros de la gens Valeria. En primer lugar, los éxitos de L. Valerius Flaccus en el norte de Italia contra los galos en el 194 a.C, representado por la Victoria y Marte. La colonización de Placentia y Cremona por el mismo magistrado, representado por la espiga de trigo y en tercer lugar, el nombramiento de L. Valerius Flaccus, cónsul en el 131 a.C como Flamen Martialis, ilustrado por el ápex o gorro de los flamines.
Por tanto, los motivos del anverso y reverso son una alusión clara a diferentes éxitos militares y cargos ocupados por antiguos miembros de la gens Valeria como forma de ensalzar su linaje [2,3].
BIBLIOGRAFÍA
[1] Babelon E. Description Historique Et Chronologique Des Monnaies de la République Romaine. Vol 2. 1885.
[2] Grueber H. A. A Catalogue of The Roman Coins in The British Museum. Vol 2. 1910.
[3] Crawford M. H. Roman Republican Coinage. Vol 1. 1974.
[4] Roldán J. M. Historia de Roma. La República Romana. 1982.